Especiales
Llegamos al mes más importante del año
La Luna Nueva y el Eclipse Parcial de Sol del día de hoy, vienen con toda su fuerza, ternura y unión para apoyarnos durante éste, que sin duda, es el mes más importante del año.
Todo el año he hablado de la importancia de este mes. El número sabio, el que trasciende, el representa todo lo que termina en nosotros, a través de nosotros y en nuestra vida. Glorioso mes que representa también el triunfo total del amor sobre la tempestad. El triunfo de todo lo que logramos superar, vencer, alcanzar o conquistar dentro de nosotros.
Todas las lagañas y cataratas que estaban tan prensadas a nuestros ojos finalmente se desintegran, para permitirnos ver con los verdaderos ojos de la sabiduría, del amor y la certeza que de manera triunfante logran minimizan todos los miedos enjaulados por tanto miedo, los hacen polvo e incluso, los utilizan a su favor y ya no en su contra.
Tiempo donde comprenderás desde la paz, la sabiduría que traen consigo los “cambios”, pues todos tienen un gran regalo, que es difícil de descubrir si sigues enfrascado en los miedos a que las cosas cambien. Incluso, es un tiempo donde se te invita a desacostumbrarte a vivir constantemente en la tristeza, lamentación y en un cotidiano estado de víctima.
Los cambios son aliados del amor, son la continua oportunidad de «Traer el Cielo a la Tierra». Y precisamente por eso se desintegran las cataratas y lagañas de tus ojos, porque al ver con la verdad, desde la sabiduría y amor; tus decisiones serán otras a las que hiciste en meses pasados o años anteriores. Serán guiadas por tu parte más divina y sabia, porque estarán basadas en el amor y ya no más en el miedo. “Este es el gran poder de los cambios”.
Te invito a que en vez de conectarte con la tristeza, con lo que se fue, con lo que se ha bloqueado o truncado; dediques ese tiempo a visualizarte teniendo la vida que la energía más poderosa del amor (Fuente Celestial) quiere para ti. Porque no hay nada que alegre más al Cielo que tu conquista de manifestar el Cielo en la Tierra. Es tu tarea y por decreto divino… lo lograrás.
Porque ¿sabes?, cierto es que no logramos de tener la vida que queremos porque drenamos mucha energía en lo que no tenemos, en culpas, dudas, fracasos, traiciones, en los golpes de la vida y eso nos hace estar en un círculo vicioso, es darle a nuestra vida más de lo mismo que justamente no queremos. Termina con eso inmediatamente. No caigas en tus propios juegos ni te acostumbres a ser infeliz por más tiempo. En lugar de eso dedica todo ese tiempo y más, a visualizar en tu vida disfrutando de todo lo contrario. Visualízate en paz, amor, salud, bienestar, etc. y no ensombrezcas esos pensamientos con distracciones disfrazadas de: eso nunca va a pasar, deja de soñar, etc. que sólo aumentan el desmerecimiento, culpa y baja autoestima que has permitido tenga poder en tu vida.
Si te visualizas en un país. Vive tu vida así. Si lo tuyo es París, cuando tomes un pequeño café expreso o capuchino no importa si es en la mesa de tu cocina o estás en un café cercano a tu casa, visualízate que estás en París o en el mejor lugar del mundo, porque tal vez hay algo mejor que París que aún estás por descubrir. Visualízate respirando ese aire, viendo a la gente pasar y reflexionando sobre la vida.
Si el deporte de alto rendimiento es lo tuyo, visualízate en unas Olimpiadas o en el lugar físico de la tierra donde hacer ese deporte sea un deleite.
Si estás atravesando una enfermedad, visualízate completamente en salud haciendo las cosas que más amas.
Lo mismo para tus relaciones de pareja, familia, etc. ¡Ya es tiempo de que comprendas que eres divino!. Tienes toda la capacidad para que te transformes y transformes tu mundo.
Pero es importante que sepas algo se suma importancia. No limites al amor y al universo. No limites estas visualizaciones, porque es muy común que te veas feliz en una relación (pero sea justo la persona a la que te has aferrado y que tal vez no es para ti). Eso sólo creará bloqueos. Visualízate con la perfecta y amorosa pareja para ti. No te visualices en salud de sólo cierta enfermedad, sino en todas tus células y en todos tus cuerpos (físico, mental, emocional, astral, espiritual). No limites lo divino.
No podrás ver los cambios en tu exterior sino los vives en tu interior. Esa es la llave maestra de la vida. Todo sucede en lo más profundo de tu ser y corazón; en tu templo más sagrado y por añadidura divina se refleja en el mundo exterior.
Recuerda, agradece y honra, que todos llegamos a la vida de los demás por un tiempo y con una misión. Y una vez que se cumplen los ciclos y misiones seguimos nuestro camino. Y cuando aprendes a ver esto con profundo amor, permites que el agradecimiento y la paz reine y al mismo tiempo, esa energía abre las puertas a lo nuevo, a los regalos y tesoros.
Estás escribiendo tu propia vida. Feliz Luna Nueva. Feliz Eclipse a tu bendito corazón y camino.
Eres amor… y así es.
Eres por siempre amado… y así es.
Autor: Gabriela Zarzosa Quintero
Justo lo que no querías que pasara… ha sucedido
Justo lo que no querías que pasara, ha sucedido. El peor escenario que jamás hubieras imaginado… esta ocurriendo. Y no llegó solo, pues una profunda sensación de miedo, incertidumbre, pérdida, fracaso, ansiedad, enojo y dolor le acompañan. 
Miles de pensamientos viciados llegan como esa fuerte tormenta que ni siquiera te permite ver claramente a unos cuantos metros, sintiéndote completamente desorientado y desolado porque no puedes ver como salir de esta situación a sabiendas que pase lo que pase el mundo seguirá girando pero el tuyo no, el tuyo se detuvo o fue tragado por una gran arena movediza.
Enfrentando un duelo o varios duelos a la vez. Basta preguntarle a un padre que ama profundamente a sus hijos, cercano a ellos y que tristemente ahora vive una pacífica o dramática separación debido a que ha decidido cruzar la frontera para poder hacer del futuro de ellos algo muy distinto al suyo, primero muerto antes de permitir que sus hijos mueran de hambre. Háblale de esa hambre, de empezar de menos mil, de no tener nada, de ser rechazado o tratado como poca cosa.
O esa madre que ha perdido a un hijo o varios; y que por más que le digan que están en un lugar mejor, no hay ningún consuelo que la haga sanar, perdiendo el sentido de la vida misma.
No es menos angustiante la pérdida de un trabajo o de todo tu patrimonio por una crisis interminable, un negocio que no dio fruto o por la traición de un socio.
El dolor del término de una relación de tantos años y tal vez, por qué no, de tantas vidas; donde crece un miedo profundo por enfrentar la vida nuevamente sin esa persona.
Y si de propósito hablamos. Sentir que para lo que naciste y te hace vibrar, lo que tienes para ofrecer, es rechazado por el mundo, haciéndote sentir que poco importan tus talentos, ocasionando que la pasión interna se vaya consumiendo como una vela.
El miedo de enfrentar aquella enfermedad con olor a muerte, donde con ella se desintegra la esperanza que habitaba en ti.
A sabiendas de que sea cual sea la situación o situaciones tan desgarradoras que estés enfrentando, donde sientes que hasta respirar duele, el comportarte como víctima como tantas veces lo hiciste en el pasado, no te ayudará. La propia vida te ha mostrado que culpar al mundo entero o a una sola persona por lo que estás viviendo, no te hará sentir mejor ni solucionará nada. Sabes que el drama y la victimización con toda su energía de rabia, venganza, culpa o desolación sólo te desgastarán más.
Podrás optar por vivir un tiempo como en pausa, caminando sin andar; presente, pero a la vez ausente. O tal vez moverte rápidamente entre un miedo y otro para ver por donde encuentras puertas que se abran, pero esa pesadumbre no te permite encontrarte con ellas.
Hasta que un día, finalmente, sentirás en ese total vacío, un relámpago que te tomará por sorpresa y que con su luz te hará salir de ese umbral. Sabrás en ese momento, que lo único que está por arriba de toda esa miseria y dolor; es una fuerza que desintegra toda pesadumbre, una fuerza que todo lo consuela y restaura, una fuerza… llamada amor.
Y esa sabiduría, te indica que es momento de caminar hacia adentro y no más hacia afuera, ya no buscarás más en el exterior, ni en otros lo que ya está en ti. Comprenderás que “toda perdida exterior es la manifestación de algo que aparentemente perdiste en tu interior y digo aparentemente porque el amor nada pierde”.
En ese instante, podrás escuchar nuevamente la tierna pero poderosa voz de tu corazón, que te guiará en todo momento. Sin ningún tipo de juico, intenta comprender que todo lo que ocurre, trae consigo una verdad, sabiduría, una revelación de quien eres tu, una revelación de lo que no eres, uno o varios miedos a desintegrar, pero además, trae consigo la solución o soluciones, una gran liberación y la sanación interior y exterior, transformándote hacia tu verdadera esencia y poder.
La única manera de ser transformando por el amor, es liberando todos los miedos que se han pegado a tu esencia como la tinta de pluma al papel. Todos, de una u otra manera venimos a desintegrar las ideas falsas de lo que creemos que somos o de lo que creemos que merecemos, por lo tanto de todos nuestros miedos. Ciertamente esto representará nuestros más grandes desafíos y el triunfo inminente del amor.
La clave está en amarte como nunca te has amado (autoestima), en valorarte como nunca te has valorado (auto-valoración) y en tener la certeza de que mereces toda la energía sublime del universo manifestada aquí y ahora para tu mayor felicidad y plenitud (auto-merecimiento). El que poco se ama, poco ama y poco amor recibe. Todas las decisiones que tomamos son directamente proporcional a la autoestima que nos tenemos. Así que sé benevolente y compasivo contigo y todo nuevamente será restaurado junto con mil regalos que jamás hubieras imaginado para ti.
Y sabes por qué? Porque le amor es la energía más poderosa del universo. Contiene toda la sabiduría de lo que es verdadero y hace polvo lo que es falso, y cuando sabes lo que es falso nunca más existirá algo que te inquiete, te lastime ni te haga sombra. Este es el triunfo de los que se saben amor y se tratan con amor.
Sea lo que sea por lo que estés pasando repite: Yo soy el triunfo del amor. Yo soy el triunfo del amor. Yo soy el triunfo del amor y esta es la gran verdad.
Eres amor… y así es. Eres por siempre amado… y así es.
Autor: Gabriela Zarzosa Quintero.