Mensajes Celestiales
«Memorias de María Magdalena»
Desde pequeña fue muy fácil para mi tener una maravillosa conexión y comunión con la Fuente Celestial. En ese éxtasis de amor siempre fui guiada por las revelaciones y videncias que se me mostraban, pero sobretodo amaba sentirme llena de gracia, paz, amor y cobijo.
Sabía que estaba destinada a anclar y activar la energía (códigos de luz) del “Poder del Amor” no sólo en la Madre Tierra en sitios específicos que serían un catalizador de la propia expansión del amor; sino también en los corazones de tantos que se sentían perdidos, desolados, ultrajados, rotos y sin luz en un caótico valle de lágrimas. Eran tiempos realmente oscuros. No por nada, por eones la Tierra fue llamada la Estrella Oscura. Pero ese nombre y ese tiempo finalmente a quedado atrás.
Una vez anclada esa poderosa energía de luz y amor nada ni nadie la podría destruir porque ya estaba fusionada en los Registros Akáshikos y energéticos de la Tierra y de todos esos corazones estelares. Esto lo debes comprender muy bien porque tú ya eres la suma de todos tus dones eternos que están siempre listos en ti para que los actives y fusiones con ellos, forman parte de su ADN divino. Así que deja de pensar que tú no eres sabio, poderoso o magnificente ni digno de que todo lo bueno te suceda, pero debes estar comprometido con tu verdadera esencia divina y no con la temporal (cuerpo). Tu divina experiencia humana ciertamente es un puente para que la luz se expanda, pero tu verdadera esencia ya es divina, eterna y todopoderosa. Tu caminar debe ser el caminar de tu propia Magno Presencia “Yo Soy” porque si te tratas a ti mismo como un papalote humano inevitablemente experimentarás los rostros del miedo, porque lo que aceptas es lo experimentas. Siempre ha sido así. Si aceptas el dolor seguirás experimentándolo.
Sagrado Tesoro, ya eres un faro de luz y amor. Estás aquí y ahora para abrazar y experimentar esta gloriosa verdad. Así que empieza por lo primero: Acepta el amor y repite el mayor tiempo posible en tu corazón o en voz alta: “Yo acepto el amor”, “Yo acepto el amor”, “Yo acepto el amor”. “Yo acepto el amor en cada una de mis células”. “Yo acepto aquí y ahora todos mis dones y virtudes”. “Yo acepto el amor en mis pensamientos, emociones y acciones”. “Yo acepto la paz”. “Yo acepto la Felicidad”, “Yo acepto la claridad y soluciones”. “Yo soy esencia divina y eterna”. “Yo soy luz y amor en acción aquí y ahora.” “En el nombre de la luz y amor, toda mi vida y mundo se ilumina”. Y así es.
Desde niña hasta mi último aliento en completa comunión con la Fuente Celestial dejaba que mi propio espíritu gritara llena de éxtasis estas verdades /decretos. Cambiarán tu vida si te lo permites. Cuando lo hagas, conéctate con la energía de la Felicidad pero sin asociarla a alguien o algo, lo mismo con todo, debes permitir la pureza total de la energía de amor, paz, etc.
Y hablando del éxtasis de amor, no existen palabras que puedan describir lo divino que era ver a los ojos a mi amado Yeshua. Era hermosamente abrumador. Fue poder adentrarme a un sinfín de información, revelaciones, majestuosidad y amor. Era como si toda la verdad se revelara y mostrara a sí misma. Podía ver en sus ojos los trazos estelares de nuestra linaje divino cósmico. Fue conectarme con una paz inconmensurable y un amor todopoderoso. Era ver a la misma Fuente Celestial y a la vez toda la información de los diferentes lugares en el Manto Estelar donde habíamos llevado luz y amor. Era ver mi propia magnificencia y la de todos como un TODO. Un estado de éxtasis y felicidad total. Siempre disfruté comunicarnos con el pensamiento.
Cuando mi amado hizo su transición, parte de su energía se fusionó a la mía y sentí que irradiaba en un estado de gracia total. Jamás huí como muchos lo relatan. El amor nunca huye. Simplemente tenía que apresurarme a cumplir mi misión porque se acercaban tiempos más violentos. Mi gran desafío fue la impotencia que sentí en sus últimos momentos. Eran ráfagas de dolor embriagadas de un sentimiento de injusticia que me atravesaban completamente, pero tenía que ser más sabia que todo ese dolor e impotencia y fui capaz de entrar en trance divino y de presenciar lo que sucedió en esos últimos instantes. Mientras en el mundo físico todo era caos y dolor, a nivel espiritual ocurría algo completamente magnificente porque la energía de mi amado se fusionaba con todo su esplendor en el amor de la Fuente Celestial. No sólo fui testigo de este glorioso momento, sino que mi espíritu prontamente irradió amor hacia él junto con todo un séquito estelar. Así que estaba a los pies de la cruz y a la vez no estaba. En el momento de más dolor, el amor estaba a cargo.
Parte de su energía quedó irradiando en mi y a través de mi. Siempre lo pude ver más allá del velo y seguimos teniendo nuestras pláticas. Siempre.
El amor es eterno. La muerte no existe. Sólo es una transición a tu eternidad y complitud divina.
Ya te contaré más de esos exquisitos momentos.
Te amo profundamente.
María Magdalena
Canalizado por Gabriela Zarzosa Quintero.
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«La misión de tu vida»
Amados hijos, gran parte de la humanidad se está preguntando en estos momentos: ¿cuál es la misión de mi vida?, ¿cuál es mi propósito?, ¿lo descubrí?, ¿lo estoy haciendo?.
Así que te pregunto, cuando piensas en lo que consideras es Dios / Fuente Celestial, en todo lo que existe visible e invisible ¿creerías que sólo tengo una misión?, un único propósito por la eternidad?, una sola vocación?. No verdad. Pensarías que sólo cuento con un don divino o talento?. No. Entonces por qué piensas que sólo tienes una sola misión, propósito de vida, vocación y talento. Tienes infinitos. Es importante comprendas esto porque tú y yo somos lo mismo y Somos Uno. Tú eres yo y yo soy tú. Así que empezaré diciéndote que el propósito de tu vida, tu misión y vocación es EXPANDIRTE.
Te expandes a través de tus infinitos dones, te expandes a través del amor, así que te tienes que enfocar en descubrir todo lo que te expande desde el fuego de tu corazón, todo lo que te hace feliz, porque aunque las personas quieren la felicidad son los primeros que la obstaculizan y en muchas ocasiones en vez de expandirse se contraen porque atreverse a ser feliz implica dejar atrás muchas cosas y a veces es muy fuerte el apego, la costumbre o el hábito. Así que pregúntate a cada instante: ¿esto me expande desde el amor?, ¿me hace honestamente feliz?. Como la semilla de Dios que ya portas contigo, como la Diosa/Dios que ya eres no tienes sólo un don, son infinitos e ilimitados. Incluso traes contigo en esta encarnación las memorias de dones de tus vidas pasadas y de las futuras. ¡Oh bendito tesoro!, eres tan majestuosamente especial y Todo Poderoso que ya es tiempo de que te sintonices con ellos y permitas que se manifiesten en ti y a través de ti para que te expandas más y más.
Tu misión no termina cuando llegas a una meta en especial o cuando termina esta encarnación. Tu misión es algo que sucede a cada instante y por la eternidad. En esta experiencia humana de dualidad y libre albedrío es algo que haces o que dejas pasar. Y sabes qué es lo que más expande a la divina humanidad ahora?. Lo que más expande a la humanidad es el amor, y lo que más expande al amor es la compasión ( amor a través de la compasión) porque la compasión te impulsa a que el amor por ti y todos sea puro, incondicional, Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente. Un amor libre lleno de sabiduría, gracia, armonía y divino. Así que es momento de dejar que la compasión te impulse desde el corazón. Empezando por ti. Descubre de qué manera puedes ser más compasivamente amoroso contigo, soltando todo el poder que continuamente le otorgas a la ira, juicio, culpa, drama, apatía y demás ruido energético que se vuelve como contaminación en tu vida diaria, en tus emociones, pensamientos, acciones y omisiones.
Siempre tienes la oportunidad de expandirte, sólo basta abrir completamente el corazón. Si caminas con el corazón abierto entonces te darás cuenta que tu misión tiene infinitos potenciales, tus talentos fluyen, tu generosidad fluye, tu ternura fluye, tu creatividad fluye, tu armonía fluye, tu buen humor fluye. Así que aquí y ahora tienes más de 7,500,000,000 de oportunidades de encontrarte con Dios (trozos de Dios/ semillas de Dios, Estrellas de Dios), de encontrarte con el amor y de expandir lo que tú eres.
Esto es mucho más fácil cuando ya lo haces en ti. Cuando desde que te despiertas te tratas y hablas con profundo amor. Cuando honras tu verdadera esencia divina y tomas todas tus decisiones con total honestidad y sin juicio. La honestidad te empodera, te permite desde la sabiduría ver donde hay posibilidades de expandirte más, mientras que el juicio siempre buscará achicarte y contraerte.
Esto es importantísimo porque muchos se autoboicotean y se autoengañan. No lo permitas, expándete y te sorprenderá la cantidad de dones que emanan de ti, que están esperando que los reconozcas porque al reconocerlos se activan inmediatamente y por añadidura te expandes como la Estrella que eres. ¡Oh bendito!, esta respuesta te permite identificar si lo que haces es lo que quieres seguir haciendo o hay algo más, vuélvete curioso y deja que los potenciales del amor y compasión hagan su obra.
La expansión no tiene límites. No te veas a ti mismo limitado, porque aunque ciertamente navegas en un cuerpo físico con tiempo limitado, todo lo ilimitado emana de él.
No hay límites. Necesitarás comprender, atesorar y decirte esto continuamente: no hay limites. Cualquier idea que te nazca desde el amor y compasión es una misión, es un potencial de tu energía Todo Poderosa. Bienvenidos Amados hijos a la nueva forma en la que la humanidad se empieza a conectar con la conciencia del amor, es decir, con su propia esencia divina. Paso a paso.
Gracias por permitir este encuentro. Lo estaba esperando tanto. Te amo eternamente. Y así es.
Dios.
Mensaje Canalizado por Gabriela Zarzosa Quintero.
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