A todas las que han tenido la dicha de sentir dos corazones palpitando al unísono del amor dentro de si, permitiéndose conocer el amor más puro e incondicional. 

A todas las que han tenido la compasión de seguir amando sin juzgar, aún cuando fueron abandonadas, lastimadas o relegadas, por uno o todos sus hijos, ya sea por un tiempo o hasta su último aliento.

A todas las que sin haber engendrado un hijo, su energía femenina empodera, vivifica, armoniza y sana de tantas maneras a todo y todos.

A todas las que se han dado la oportunidad de amar a un hijo, que aunque fue concebido en otro vientre, hoy se funde en el amor de tu mirada, en la dulzura de tu sonrisa y en el arrullo de tus brazos.

A todas las que aún queriéndose morir de tristeza, impotencia o desesperación, han tenido la fortaleza y sabiduría para comprender más allá del peor dolor, que ese amado(a) hijo(a), seguirá viviendo en ti y a través de ti, arropando tu alma con el calor de sus alas. 

A todas las que han tenido la valentía, de renacer de sus cenizas y tratar de ser la mejor madre aún sin el apoyo del padre de sus hijos; y a las que aún viviendo esta situación, no alimentan de odio y resentimiento su corazón ni el de sus hijos.

A todas las que con profundo amor han sido o son, madre de sus padres, permitiendo que el amor regrese al amor. 

A todas las que aún siendo privadas de su vida, siguen siendo el más grande ángel guardián de sus hijos.

El amor siempre vuelve al amor. 

Ya sea en el cielo o en la tierra: Tu compasión sana. Tu cobijo llena de paz. Tu mirada da confianza.  Tu dulzura alienta. Tu palabra guía. Tu perdón inspira. Tu amor… es el amor de Dios.

Bendito tu corazón y bendito tu vientre.

A todas las madres del Cielo y la Tierra, gracias por existir.

Gracias por ser la fuente infinita de amor. 

Feliz día de las Madres

Autor: Gabriela Zarzosa Quintero

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Qué energías tan profundas se están sintiendo ahora mismo, donde pareciera que nada pasa desapercibido pues hay asuntos por resolver, concretar, sanar, empoderar y/o dejar ir en todas las áreas de tu vida; y es por eso que este momento se vuelve todavía más importante y poderoso, porque necesitas enfocar aquí y ahora tu energía en ti mismo para “soltar y volver a elegir.”

Sabemos que los eclipses son unos catalizadores enormes de la energía que tiene que liberarse dentro ti para que otra pueda llegar y anclarse; por lo que son unos facilitadores cósmicos aunque por momentos puedas sentirte muy abrumado con todo lo que se está moviendo dentro de ti. Los impulsos violentos, la ansiedad, apatía, confusión, pesimismo, miedo, angustia, así como una profunda sensibilidad son síntomas de que hay energía que te está drenando, que debes dejar ir o que simplemente tienes que aprender a dirigir, es decir, a darle dirección dentro de ti.

Los eclipses solares (el de hoy es parcial) se manifiestan cuando la luna se coloca entre el sol y la tierra, obstruyendo el paso de la luz del sol hacia la tierra con la finalidad de ayudarnos a apreciar nuestras propias sombras. 

¿En qué momento somos nosotros mismos los que obstaculizamos nuestra luz o buena fortuna de tantas maneras? Nos autoboicoteamos o nos negamos a ver lo que sólo ha intoxicado nuestra vida, mente y corazón por miedo a lo desconocido, sin comprender que es justamente lo desconocido lo que está listo para que le des forma y dirección hacia lo que tu quieres y anhelas; negándote a realizar cambios profundos en tu vida mientras te antojustificas constantemente  sólo porque no comprendes el maravilloso poder que hay y vibra en lo desconocido para ti pero no para tu alma, no para tu espíritu, no para tu magnificencia.

La poderosa energía de este eclipse te empujará durante estos días y tiempo a que te des la oportunidad de ver no sólo tus propias sombras sino todo lo que has permitido que ensombrezca también tu vida para que te des la oportunidad de SOLTAR Y VOLVER A ELEGIR desde la sabiduría del amor y no desde el miedo.

Estas sombras están puestas también para que reflexiones sobre todo lo que tienes que DESAPRENDER, porque hay creencias, costumbres y/o hábitos que aunque hayan pasado de generación a generación son realmente tóxicos y están totalmente fuera de la energía del amor. Si a esto le sumamos que traes contigo memorias de vidas pasadas en las que fueron castrados tu amor propio, tu valía y tu derecho a ser feliz, quiere decir que hay áreas donde te sentirás más sensible o vulnerable, pero recuerda son sólo memorias energéticas que simplemente debes observar no para lamentarte sino para dejar ir. 

Debes comprender esto a profundidad porque todo absolutamente todo en la vida tiene que ver con elegir. Así que saber elegir es la gran revelación de este maravilloso tiempo. Vas a elegir sanar o vas a elegir seguir alimentando el dolor en ti para justificarlo una y otra vez. ¿Vas a elegir seguir cargando a una pareja, relación o situación que es un lastre energético para tu vida, sólo porque así lo permitieron tus antepasados? ¿Vas a seguir haciendo del sufrimiento, dolor o insatisfacción tu estilo de vida? ¿Vas a seguir cargando y nutriendo tus miedos? 

¿Qué te niegas a soltar?, ¿qué te niegas a ver?,¿qué te niegas a aceptar? porque sin importar el miedo causante de esto, hoy tienes la oportunidad de volver a elegir, de recalcular la ruta de tu vida y de recalibrar tu corazón y alma, así que asegúrate de elegir todo lo que te conecte con el amor no con el apego; y si al día de hoy no comprendes la diferencia recuerda que el amor te genera una paz indescriptible, te expande y saca lo mejor de ti, mientras que el apego drena tu energía, destruye tu autoestima, te angustia y te llena de miedos.

Por favor no temas, todo lo contrario, porque más allá de tu pasado y todo lo que has atravesado, hoy tienes la oportunidad de volver a elegir y elegirte, mientras escuchas una hermosa voz en tu interior que dice: Recalculando ruta, recalculando ruta… la ruta de la felicidad y paz interior.

Eres amor… y así es.
Eres por siempre amado… y así es.
Autor: Gabriela Zarzosa Quintero

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