Ha llegado la temporada de eclipses y con ellos una energía avasalladora porque nunca son sutiles ni tibios, llegan para mover nuestro mundo con fuerza porque están destinados a ser un catalizador para ayudarnos a transformar lo que es preciso sea transformado. Así que todo lo que sucede en la temporada de eclipses será importante y trascenderá en tu vida.

El eclipse de hoy en luna nueva cae con 4 planetas en signo de agua, por lo que se moverán profundamente los sentimientos y emociones de recuerdos y memorias, especialmente las que has estando ocultando, evadiendo, disfrazado o simplemente no eras consciente de lo profundo que impactaron en tu vida; pero que llegan porque hay un grito desesperado en tu interior o un llanto silencioso para tratar de descifrar muchas de las cosas que han pasado en tu vida de las que no sabes si son consecuencia de algún karma de otra vida, de tu baja autoestima, de tus miedos, de tu indecisión constante, del juicio, de la culpa  o de las suma de todos los anteriores; en donde tratas de comprender en qué momento las decisiones pequeñas y grandes desde tu libre albedrío te han llevado a situaciones tan incómodas, desafiantes, tristes, amargas e incluso peligrosas. Decisiones que te fueron alejando poco a poco o drásticamente de tu divino derecho a ser feliz, creativo, expansivo, próspero y saludable.

A principios de año compartí que además de ser el año con más dualidad de esta década, terminaba un ciclo kármico que la gran mayoría de las almas traen de vidas pasadas o que han creado en esta; pero que algo finalmente termine no significa que lo haga de manera sutil, así que para muchos ha sido un año muy crudo en el que el fuego de la transmutación ha ido quemando todo a su paso para que se te abrieran los ojos. Ese fuego que busca que esas memorias de dolor que congelaste en lo más profundo de tu ser, se descongelen para permitir que las lágrimas cumplan su promesa de ayudarte a sanar. El fuego que está destinado a purificar la manera de relacionarte con tus nuevos pensamientos hacia ti y hacia todo.  El fuego que hace que el corazón vuelva a latir con toda fuerza.

Siempre pensamos que el karma tiene que ver con otros, pero prácticamente en todas tus vidas te has quedado en deuda contigo.  Y es por eso que este tiempo se vuelve doblemente importante, porque estás destinado a llevar amor y sanar  todo lo que tiene que ver contigo. Asegúrate de no caer en el hábito de desamor ni de rodearte de personas que sólo han nutrido ese desamor. Cuando te comenté  que la felicidad exigirá tu mayor valentía y una nueva manera de amarte es justamente por esto.

Todo en este tiempo tiene que ver con las memorias más profundas  del pasado, el karma, los fines de ciclos y el renacimiento; así que deja que la luz llegue al fondo de tu océano interior.

Es importante que no frenes ni subestimes la magnificencia de tus lágrimas porque su poder mueve todo tipo de energía en lo visible e invisible. Permítete llorar. Deja que desintoxiquen todo tu ser y que vayan limpiando el camino a medida que avanzas. Y mientras caen sobre tu rostro mira al cielo y decreta: “Yo soy a imagen y semejanza de la Fuente Celestial. Acepto la paz y la dicha en mi vida y mundo.” Mira al cielo y deja que esas lágrimas se transformen en estrellas fugaces. Si te das la oportunidad de ir sintiendo en cada poro de tu piel este decreto, empezarás a sentir una energía sublime de certeza y amor jamás experimentada que alineará todo lo extraordinariamente bueno hacia tu vida. ¡Ponte las pilas!

Todos los decretos tienen un poder extra en este tiempo de eclipses (25 Oct. / 8 Nov) y rumbo al portal 11.11

Benditas las lágrimas que limpian, transforman, aclaran y vivifican.

Gracias por existir.

Eres amor… y así es.
Eres por siempre amado… y así es.
Autor: Gabriela Zarzosa Quintero

© Derechos Reservados. © Foto: A quien corresponda.

Queda prohibida su modificación parcial o total.