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«Portal 9.9 Termina el ciclo de desamor»
Con la llegada del portal de este sábado 9.9 (9 de Septiembre) con picos energéticos los días 9,18 y 27, mucho estará pasando en la vida de muchos sobretodo en cuestiones que tengan que ver con ciclos que terminan o con metas que culminan para poder dar los siguientes pasos de tu vida.
No es casualidad que esta energía alcance su punto más alto justo con la llegada del equinoccio de Otoño para el hemisferio norte y de primavera para el hemisferio sur el próximo 23 de septiembre.
Han sido meses de silencios muy profundos llenos de caos por momentos, para encontrar en ti un nuevo tipo de valor, que aunque por momentos sea como una pequeña vela es suficiente para cambiar las cosas y despojarte de un miedo a la vez.
Ojalá pudiera explicarte lo poderosa que es la energía de este mes porque el 9 tiene la sabiduría de todos los números anteriores a él, así que va a empujar tu parte más sabia, intuitiva, valiente, pero sobretodo la de un nuevo amor por ti mismo, un amor honesto y generoso contigo mismo, así que durante todo este mes sería extraordinario que te mires a los ojos frente a un espejo y con la mano en tu corazón sin soltar la mirada dentro de tus propios ojos digas: “Lo siento, Perdóname, Gracias, Te amo” y deja que se revele el amor y la compasión infinita que está lista para que toda la energía cambie a partir de estas poderosas palabras.
Te darás cuenta que te has juzgado por mucho tiempo de mil maneras, por eso es importante que te permitas hacer esto todas estas semanas aún cuando no estés frente al espejo, basta con que lleves la mano a tu corazón y las digas.
Sin forzar nada, deja que se revele todo lo que pase por tu mente y obsérvalo porque sentirás y pensarás muchas cosas al grado de poderte sentir abrumado de un sentimiento nuevo lleno de compasión y de un deseo profundo de querer tener paz aún cuando muchas cosas no han salido como esperabas. Con este amor, vendrá una claridad que te permitirá soltar y transformarte pero desde el cobijo del amor y paz. Este mes nos recuerda que todo tiene ciclos y que los ciclos son necesarios para crecer y avanzar.
Reconócete como el valiente otoño y deja que el soplo de tu corazón suelte todas esas hojas que ya cumplieron su ciclo en ti. No tengas miedo, te sentirás desnudo pero sólo para apreciar la belleza de tu alma permitiendo que el amor te libere, te salve, te nutra, te vivifique porque es la promesa y el regalo para el que valientemente se atreve a soltar.
Busca todos esos instantes para llevar la mano a tu corazón o verte al espejo y repetir con el sentimiento más puro “Lo siento, Perdóname, Gracias, Te amo”. Tal vez ya las conozcas, porque estas poderosísimas palabras son las más representativas y conocidas del Ho’oponopono.
Deja que el amor te libere. Deja que el amor te vivifique. Deja que el amor te consuele. Deja que el amor te empodere. Deja que el amor te transforme. Deja que el amor te sane. Deja que el amor se funda en ti. No hay nada que temer.
Tal vez te olvidaste de ti durante mucho tiempo, pero ese ciclo de desamor también termina a partir de hoy.
Gracias por existir.
Eres amor… y así es.
Eres por siempre amado… y así es.
Autor: Gabriela Zarzosa Quintero
© Derechos Reservados. © Foto: A quien corresponda
Queda prohibida su modificación parcial o total.
«El tiempo del amor siempre vuelve»
Enero de 1979 marcó mi vida para siempre. A la corta edad de 7 años, disfrutaba de que México era una explosión de amor debido a que el Papa Juan Pablo II nos visitaba por primera vez. Todavía acaricia mi corazón esa bendición de amor cuando a su partida, todos subimos con espejos a nuestra azotea o calle para recibir esa bendición mientras hacía su último recorrido por toda la ciudad. Miles de espejos irradiaban y reflejaban el amor de nuestros corazones iluminando toda la ciudad.
Mientras mis pequeñas manos cargaban un espejo de bolsillo de mi mamá, mis ojos voltearon y resplandecieron cuando vieron esos inmensos ojos color verde aceituna, divinamente cobijados por unas pestañas negras y enmarcados en un bello rostro de tez blanca; a pesar de ser tan pequeña supe que le conocía de siempre, sentí la paz de reencontrarte con alguien de quien lo sabes todo, a quien inexplicablemente ya amas, y quien a la vez es un absoluto misterio. A mi corta edad, no entendía lo que sentía, pero podía escuchar los rápidos latidos de mi corazón y electricidad en todo mi cuerpo.
No había necesidad de decir una sola palabra, nuestras miradas hablaban, y ese día tiernamente jugábamos a iluminarnos cada uno con su espejo. Los futuros encuentros se limitaban a un hola lleno de timidez y de alegría cuando nuestras mamás se encontraban, pero aprovechábamos para vernos fijamente a los ojos e irradiar la magia infinita de nuestros mundos. Él tenía un año más que yo.
Es sorprendente el amor que puede contener un corazón creado para amar eternamente.
De pronto, una desgracia atravesó su alma, y de hecho, también la mía. Un vecino que sufría de trastornos mentales se enojó con su padre y una mañana, esperándolo afuera del edificio le hirió a puñaladas. Mi papá, quien salía también en ese momento, vio la escena y prontamente agarró al desalmado vecino a patadas para desarmarlo mientras la policía y ambulancia llegaban. Después de varias semanas y con 27 puñaladas en su cuerpo, el papá de mi pequeño gran amor, subió a los brazos de Dios. Al poco tiempo supe que se fueron a vivir a casa de su abuelita.
Era una niña, pero sentí que se desgarró mi alma, y el dolor de él sin duda alguna era insoportable.
5 años después, mientras patinaba afuera de casa, me quedé inmóvil cuando lo vi nuevamente, venía caminando en mi dirección acompañado de un amigo y mientras platicaba, giró su rostro y sus ojos se cruzaron frente a frente con los míos pero… tristemente, siguió su camino sin fundir una vez más su mirada en la mía, no había más historia, no había más nosotros, no había el dulce recuerdo de aquella niñez. Nos convertimos en líneas paralelas caminando ya en distintas direcciones.
Nos cruzamos a menos de cinco centímetros, los cuales bastaron para quedar impregnada del exquisito aroma de su ser. Siguió su camino eterno dejando el pasado atrás. Mi corazón no dejó de verlo hasta que lo perdí de vista mientras el ocaso de esa tarde guardaba no solo a ese sol de abril, también guardaba a mi dulce corazón.
Esa noche, subí nuevamente a la azotea; aquella amiga cómplice de ese primer encuentro. Me recosté mirando al cielo, en ese silencio absoluto, atenta al parpadeo de todas mis bellas amigas estrellas. Mientras mis lágrimas formaban surcos en mi tierna piel, me permitía en esa fragilidad llenarme de su paz y de su amor; me recordaban mi verdadero hogar y me susurraron … “Hermosa niña , amada niña de las estrellas, no dejes de brillar, volverás a saber de él.”
El brillo de cada estrella me mostraba todos los momentos que habíamos compartido juntos y de pronto la más bella y grande de todas brilló con toda su fuerza; clara y amorosamente me dijo… “Estrella del amor, este momento lo recordarás a su debido tiempo”.
Seguí mi vida, llevando en mi corazón todos los bellos recuerdos de mi infancia y juventud. Finalmente llegó aquél día en el que regresando de trabajar prontamente veía en la Televisión mi canal favorito de videos en español. Prácticamente me paralicé cuando lo vi en la Televisión dando una entrevista sobre su vida profesional, era un extraordinario artista y pintor. Me senté prontamente para admirar no sólo su belleza etérea sino para escuchar su voz al unísono de los latidos de mi corazón. Quería hablar inmediatamente al programa para pedir información sobre él, pero de pronto todo se nubló y regresé nuevamente a esa plática con mis amigas las estrellas y recordé la continuación de aquella plática…
“Todo amor sucede en el tiempo perfecto y durante el momento perfecto de la eternidad. Todos los amores vuelven a amarse una y otra vez.
Corazones como el tuyo, tienen tanto amor dentro de sÍ, que son capaces de llenar de amor a personas que han vivido o están por vivir una experiencia difícil en su vida; amándolas en lo más profundo de su alma, pues tú sabes reconocer que son… Estrellas de Dios.
Tu amor es capaz de sanar y restaurar pues tú eres…Un Ángel de Amor. Le hiciste vibrar de tal manera que ese amor le cobijó en el momento más difícil de su vida. Esa era tu misión en él para esta vida y la cumpliste con honores. Ángel de Amor, volverás a saber de él, en otro tiempo, en otro espacio, para extasiarte de su ser y cobijarte en el calor de su alas”.
Autor: Gabriela Zarzosa Quintero
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Queda prohibida su modificación parcial o total.