Especiales
Las cicatrices

Eres amor y así es. Eres por siempre amado y así es.
Milagro
Era un día de mañana , estaba espantada, no sabía bien que pasaba, pero la voz desesperada de mi madre nos dijo a todo
s que rezáramos.
Así que corrí pronto a la recámara donde estaba ella, la miré de frente y recé con todas mis fuerzas. Un por favor hecho oración llego hasta el cielo y como tocada por Dios le dije a mi padre lo que tenía que hacer. Ese instante lo cambió todo. La oración nos cubrió a todos y después de un rato, todo entonces se calmó. Él y todos, quedamos a salvo.
Han pasado ya 38 años de ese milagro.
Mientras llena de una gratitud que desborda mi ser, cierro mis ojos para verlo todo, la observo detenidamente, veo su gracia y su dulce mirada que llena de paz cada parte de mi ser, me gozo en su voz que no precisa voz y en su tierno e infinito corazón.
¡Madre amada!, aquí está tu hija eterna.
Gracias por tanto.
Y así es.
Autor: Gabriela Zarzosa Quintero