Estamos a días, de darle la bienvenida a un nuevo y maravilloso año, ya que 2017 representa el comienzo de tu grandeza. 2+0+1+7=10=1. El número 1 representa:comienzo/nacimiento, creación/creatividad, energía pura, liderazgo, expansión, alegría, apertura, fuerza, determinación y cambios; así que energéticamente emprendemos un nuevo ciclo de 9 años (2025) donde todo, absolutamente cada lugar que pisemos, relación que tengamos, lugar donde vivamos, etc. nos llevará a descubrir nuestra propia grandeza y me refiero a una grandeza interior que se proyectará en todo lo exterior.

2016 fue un entrenamiento para aprender a soltar, a dejar ir, a conquistar, a buscarnos desde el interior, pero sobretodo para a ver desde una nueva perspectiva nuestra vida porque comprendimos que aunque lo evitáramos, todo nos estaba empujando a realizar cambios en uno o varios aspectos de nuestra vida, ya sea personales o profesionales, pero ya no podíamos estirar más la liga (vieja forma de vivir) porque finalmente se reventó.

Ahora, emprendemos un nuevo ciclo donde no podemos llevar las viejas maletas de este año porque simplemente no nos servirán de nada. Y con maletas me refiero a los viejos hábitos de ser y vivir, los dramas de tanto tiempo, los resentimientos, el menosprecio y la culpa, son como vieja vestimenta que se vuelve inservible en un nuevo mundo que estamos por experimentar, ya que todo es nuevo y cada nueva experiencia será única y vivificante.

Y este será el desafío del 2017, permitirte vivir de una nueva manera, sin tener las respuestas que quieres escuchar o sin visualizar los viejos caminos recorridos. Ahora son nuevas carreteras de un sinfín de pisos y hacia millones de destinos. La única vestimenta requerida será el amor que te tengas y la certeza de saberte único y exquisito en este interminable universo. Te dará la calidez para cualquier viaje y te hará empático y compasivo contigo y con todos.

Siempre tendrás el libre albedrío de permitir que lo grandioso te suceda o necear para que lo viejo perdure, pero eso sólo hará que te sientas incómodo, molesto, enfermo y sin hallarte. Todo viene para abrirte nuevas puertas, nuevas formas de aprender, de conocerte, de valorarte y de utilizar tus poderes y talentos divinos para manifestar aquí y ahora la vida que veías en sueños cuando eras niño o cuando estabas en un momento muy positivo.

Todo es nuevo, las recetas y tácticas del pasado ya no funcionarán. Así es que, ahora más que nunca te adentrarás en tu interior, atravesarás las capas superiores del juicio, para llegar al centro del amor y de tu magnificencia donde experimentarás el no juicio, eso te llenará de paz y esa paz te conectará con tus dones que abrirán caminos hacia tu felicidad y empoderamiento.

Verás el pasado con profundo agradecimiento porque todo lo que sucedió de una manera agradable o desagradable te llevó nuevamente a ti, a tu verdadero hogar, a experimentar lo que tú eres… divinidad en acción.

Te sorprenderán tus nuevos dones y capacidades, pero sobretodo, la paz que dan los nuevos cambios que estás viviendo y comprenderás que tú eres el mago y la varita, el alquimista y el milagro.

Bienvenido al comienzo de tu grandeza, de tus estados más elevados de creatividad, expansión, fuerza y pureza donde ya no delegarás tu felicidad, ni tus responsabilidades a otros, ya no te pegarás a otro como imán para alimentarte de su energía, para sentirte valioso a su lado o para que te resuelva la vida, porque verás y crearás tanto dentro de ti que brillarás finalmente cuál estrella de Belén.

Bienvenidos al vuelo 2017 con destino a tu felicidad y grandeza. Los artículos prohibidos son: miedo, ira, duda, tristeza en todas sus formas y tamaños. Y no olvides, tú eres el piloto, la tripulación, el pasajero y el mismo avión. Tú eres la tierra sobre las que se levantan esas alas y el cielo sobre el que se expande y mueve el avión.

10,9,8,7,6,5,4,3,2,1… despegamos.

Eres amor… y así es.

Eres por siempre amado… y así es.

Autor: Gabriela Zarzosa Quintero

“Más cerca que los latidos de tu corazón”. La profunda sensibilidad de estos tiempos desbordada en emociones opuestas que bailan entre la nostalgia, ansiedad, temperamento, agradecimiento, amor, enojo, impaciencia, creatividad, miedo, etc., se manifiestan con la finalidad de que te tomes el tiempo para escuchar los propios latidos de tu corazón, te arrulles y equilibres nuevamente en ellos, y en esa paz, veas el brillo y magnificencia que hay en ti.

Éste es uno de los grandes regalos que trae consigo la radiante energía de la Súper Luna de hoy, quien con todo su descaro viene a mostrar su brillo, grandeza y belleza que no es otra más que la tuya, pues lo que es arriba es abajo y lo que es adentro es afuera.

Su espectacular brillo viene a recordarte que tu luz estará por arriba de tus sombras y que justamente ese brillo celebra su victoria gracias a su contraste con la oscuridad. Así que es momento de que veas tu propia oscuridad como un puente hacia tu luz.

No se trata de rechazar o negar más las sombras que te habitan de una manera consiente o inconsciente, se trata de llegar a descubrir el regalo que hay en ellas y transformarte en ese obsequio.

El tesoro del frío es que descubras el calor, el obsequio del desamor es que descubras el amor, el regalo de la guerra es que descubras la paz. etc.

Entre más comprendas esta sabiduría, más brillo tendrás sobre tu propia existencia y entenderás que todo ha sido puesto para que descubras y exaltes tu propia magnificencia.

Abraza tus lágrimas de alegría o tristeza; abraza tu adorable sensibilidad que no es sino la sabia expresión de tu vulnerabilidad. Entre más sensible y vulnerable te sientas es porque estás por descubrir algo maravilloso en ti. Disfruta de tu danza, tornasoles y contrastes, porque todo pasa menos tú y lo que eres. Este es el regalo de estos gloriosos tiempos que son la antesala de la Navidad.

Pasarán 18 años para que este mismo acontecimiento vuelva a suceder; así que danza, escucha los latidos de tu propio corazón y deja huella sobre tu propia, única y exquisita existencia.

Eres amor… y así es. Eres por siempre amado… y así es.

Autor: Gabriela Zarzosa Quintero