La mayoría de las personas viven una espiritualidad condicionada, es decir, tienen una relación espiritual directa o mediante un sistema religioso pero con una  intención temporal por detrás, es decir, porque buscan obtener algo.

Se sienten amados y escuchados si las cosas suceden como lo pidieron en las oraciones; y poco valiosos o decepcionados cuando  los resultados instantáneos no fueron así. Viviendo una relación condicional con su espíritu o con Dios.

Pero, ¿por qué condicionas los resultados del amor?, ¿por qué subestimas su sabiduría? ,¿por qué condicionas su sincronía divina?, ¿por qué te has vuelto un esclavo de los resultados temporales en lugar de ser el soberano de la certeza?, ¿por qué vuelves tóxica y dependiente la relación más divina  e íntima con tu corazón, alma, espíritu, con Dios y con el Universo?, ¿por qué permites que el miedo o la frustración tome el mando de tu vida?, ¿acaso olvidaste que eres el guardián de la certeza, el guardián de la templanza, el guardián de las posibilidades infinitas del amor?

Ya es tiempo de que comprendas, que ser espiritual no evitará que enfrentes tus más grandes desafíos y miedos, pues fueron puestos para que te eleves sobre éstos, para que alcances la conquista más grande sobre ti mismo; para que hagas uso de tus dones y energía divina.

Es entonces cuando comprenderás que tu espiritualidad será la luz en los momentos más adversos porque te brindará en todo momento guía, sabiduría, paz, certeza, fuerza, voluntad, paciencia, iluminación, compasión y amor para transformarlo todo a tu paso; saliendo victorioso, renovado y más poderoso que nunca.

Ser espiritual es lo mejor que te puede pasar para edificar todo lo que sucede dentro y fuera de ti. Ser espiritual no tiene que ver con ser religioso, sino con reconocerte como un ser divino listo para iluminar tu vida y a todo lugar del Manto Estelar.

Llegará el día en que te conectes con tu Espíritu o con Dios, y sólo digas… Aquí estoy…Gracias. Háblame de ti. Háblame de mi, de nosotros, ¿qué quieres que sepa?

Son honradas todas tus lágrimas. Son honrados cada uno de tus pasos, porque sin importar nada más, tú ya eres el Triunfo del Amor.  El Fuego de las Posibilidades Infinitas.

Y así es.

Eres amor… y así es.
Eres por siempre amado… y así es.
Autor: Gabriela Zarzosa Quintero

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