Mensajes Celestiales
«No hay nada más poderoso que el amor»
El amor me bajó de la cruz ese día. Nunca había experimentado una compasión tan pura por parte de los que me amaban y aún de los que no. Y fue el amor de Abbá el que en todo momento me sostuvo, me hizo mirar hacia la belleza absoluta de lo que “Yo Soy” y me impulsó para fusionarme en la inmensidad de la Luz y Amor.
El ver mi propia majestuosidad desmoronó completamente los miedos de ese momento y de mis memorias. No me daba miedo morir, tenía claro que así sería. Sabía que algunos pensaban que con mi partida estarían abandonados al dolor y desesperanza en aquellos tiempos de crueldad y barbarie, cuando justamente sería todo lo contrario, ya que mi amor los acompañaría en lo visible e invisible por la eternidad.
La prueba más grande que tuvieron algunos en ese momento fue la de sentir impotencia, justo como algunos la están sintiendo en este momento. Pero mi Espíritu les mostró una visión de la inmensidad del amor y de nuestro amor, y aún, con su profundo dolor, se permitieron descansar en el amor.
Si miraba hacia el exterior sólo había dolor, llanto y gritos. Si miraba hacia adentro, desde el ojo de mi corazón, sólo había una esplendorosa e indescriptible fusión con Abbá, fusión con el amor. Todo era Luz. Tenía un conocimiento total de mí y de todo.
El amor continuaría su maestría en el Cielo y la Tierra. En esa fusión, ella, mi amada Magdalena, la representante del Espíritu de la sabiduría, el poder del amor y el anclaje del amor, estaba lista para continuar este anclaje y ser el libro viviente (códigos) de las revelaciones para proseguir con el legado del amor.
Hoy quiero que tengas la certeza que estoy aquí. Mi Espíritu ha estado abrazando a toda alma que ha hecho o están listas para hacer su transición en este tiempo y vivificarse nuevamente en la consciencia del amor mientras dan un mensaje de compasión y unidad a toda la humanidad. Nadie ha estado solo/sola, y la humanidad nunca volverá a ser igual porque el amor empezará a reinar y gobernar con toda su fuerza.
Este tiempo es y será el renacimiento de una nueva humanidad, donde finalmente empezarán a caminar como hijas e hijos del amor.
Elegir el amor sobre el miedo sin titubear, ni dudar; en pureza y certeza total es la verdadera reunificación y resurrección.
La Segunda venida ya está ocurriendo, es la venida de la Consciencia del Amor. Ésta sucede dentro de ti y se expande hacia todo lo que eres y haces.
Toda resurrección implica una muerte y la muerte es algo que se ha permitido ser transformado, muda lo que ya cumplió su ciclo, es la terminación de algo para dar nacimiento/renacimiento a una nueva energía con otro tipo de consciencia. Éste es el tiempo de la resurrección de tu verdadera “Consciencia Divina, la Consciencia del Amor”, el resurgimiento de tu magnificencia.
Comprende que si enfocas tu energía en el miedo, lo nutrirás e intensificarás. Si enfocas tu energía en la compasión y amor, crecerá exponencialmente. Es tiempo de que mueran los miedos y la única manera de hacerlo es centrarte en las posibilidades infinitas del amor. No racionalices estas posibilidades, no las controles, sólo céntrate en la mejor versión de ti y de la humanidad; sostén ese sentimiento puro de amor y nútrelo. Esa es tu misión principal en este tiempo. Esa y ser compasión y amor. Por añadidura, verás que el amor con sus posibilidades infinitas hará su obra.
¡No temas!, la oscuridad siempre es iluminada por el amor. Es su mayor anhelo… ser iluminada.
¡No temas!, mi Espíritu está aquí contigo, así que es tiempo de que abras el corazón a sus posibilidades infinitas. Es tiempo de que mires hacia adentro y me bajes finalmente de la cruz para permitirme abrazarte. Ya es tiempo de que me bajes de la cruz para que si tú me lo permites, me fusione contigo y te llene del cobijo del amor, del cobijo de Dios.
No hay nada más poderoso que el amor.
Y así es.
Yo soy Yeshua y te amo con todo lo que fui, soy y seré. Yo, al igual que tú, soy la Resurrección y la Vida Eterna.
Mensaje Canalizado por Gabriela Zarzosa Quintero.
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